domingo, 21 de octubre de 2007

40 años de la caída en combate de Tania la Guerrillera

por C.V
Compañeras:

En momentos en que la lucha de clases es un compromiso poco audible en los rincones políticos, la necesidad de conocer aspectos de esta lucha a nivel continental y más específicamente el fenómeno de la participación de la mujer, esperamos que este instrumento sirva para caminar hacia una militancia comprometida

Antecedentes biográficos


Haydée Tamara Bunke Bíder, nació en Argentina el 19 de noviembre de 1937. Hija de alemanes comunistas, Erich y Nadia Bunke emigran a Argentina el año 1935 perseguidos por el nazismo.

El año 1952, sus padres deciden volver a la República Democrática Alemana, llevándose a sus tres hijos. Tamara tiene ya 17 años.

En 1953 ingresa a la Juventud Libre de Alemania, donde se distingue por su madurez política.
Es admitida, con solo 18 años, como candidata al Partido Socialista Unificado de Alemania, en el año 1955.

Mantiene constante correspondencia con jóvenes latinoamericanos, donde declara su deseo de volver a América Latina a luchar algún día.

Su interés por la situación Latinoamericana la hace formar el año 1958, un grupo de estudio e intercambio cultural con estudiantes de este continente y los de la RDA, en la Facultad de Filosofía y letras de la Universidad de Humboldt, donde Tamara estudiaba.

Ya en el año 1960 conoce al Che y le sirve de intérprete en una conferencia que este da en la Universidad de Leipzig. Siendo intérprete de la delegación del Ballet Nacional de Cuba conoce a los primeros cubanos que viajan después del triunfo de la Revolución a la RDA. Su madre, Nadia Bunke, dice acerca del encuentro: “Este primer encuentro con el Che profundizó más aún su admiración y estimación hacia él como argentino, como comunista y guerrillero, como hombre de brillante pensamiento y expresión”.

Tamara demuestra gran interés por el proceso revolucionario que se gesta en Cuba. El 12 de mayo de 1960 llega a la Habana con el Ballet Nacional.

El año 1961, comienza a trabajar como intérprete en el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), se integra a las actividades revolucionarias, realiza trabajo voluntario junto al Che, alfabetiza, y como desde niña tuvo gran actividad deportiva, se motiva y escala el Pico Turquino.

Ya desde el año 1962 entra en la escuela de Periodismo, está integrada a variadas actividades que realiza simultáneamente en distintas organizaciones, como la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y Comité de Defensa de la Revolución (CDR). Ya establece contactos latinoamericanos revolucionarios y se encuentra en disposición de partir a la lucha en América Latina comenzando su entrenamiento con tal propósito.

Nace Tania, en marzo de 1963. Las características de Tamara, su firmeza, su capacidad, desarrollo político y dedicación al trabajo, la habían convertido en un caso de interés para los revolucionarios cubanos encargados de la defensa de la patria socialista y el apoyo militante al desarrollo del movimiento obrero de liberación nacional de los pueblos oprimidos del Tercer Mundo, seleccionaron a Tamara por sus condiciones y le explicaban detalladamente la necesidad de su concurso en apoyo a las actividades que debían desarrollar, tales como: el estudio y captación de personas con las características necesarias para el cumplimiento de tareas diversas dentro de la lucha revolucionaria, recibir una correspondencia, entregar un mensaje, recolectar medicinas y alimentos, organizar una red clandestina de suministros o comunicaciones, estudiar una zona urbana o suburbana para acciones futuras, obtener datos sobre la capacidad política, económica y militar de aquellos gobiernos contra los que se combatiría y conocer la penetración del imperialismo yanqui dentro de estos o empuñar un fusil en el momento oportuno; actividades éstas que, en su conjunto, contribuyen al desarrollo eficaz de las fuerzas revolucionarias en el enfrentamiento directo contra los aparatos represivos al servicio de los monopolios norteamericanos y de las oligarquías nacionales.

Sale de Cuba el año 1964 con rumbo a Europa Occidental para construir un “pasado” y poder viajar hacia América Latina con el nombre de Laura Gutiérrez Bauer, de nacionalidad argentina. Establece una corta estancia en el Perú y viaja a Bolivia para su radicación en la alta sociedad.

Desde 1965 se infiltra en altos ámbitos gubernamentales como representante promocional de la revista IPE, que dirigía el Jefe de la Oficina de Información del Palacio de Gobierno.

Tania realiza trabajos como estudiosa e investigadora del folclore y del arte para llegar a una cobertura necesaria de infiltración.

Se casa con un joven boliviano, lo que le permite obtener los documentos necesarios para lograr una posición legal e insospechable, gracias a la posición alcanzada pudo procurar los documentos necesarios para el Che. Hasta ese momento Tania posee su pasaporte, pero este no coincide con sus huellas digitales.

El año 1966, en febrero, después de dos años de ardua preparación debe viajar a Sao Pulo, donde recibe entrenamiento hasta marzo, entre tanto, el 24 de febrero viaja a Montevideo a realizar una misión.

En abril de 1966, se contacta en México con el compañero Juan Carretero (Ariel), quien entre otras cosas le comunica que ha sido admitida como militante del Partido Comunista de Cuba. Carretero le hace entrega de su nuevo pasaporte argentino, con sus propias huellas digitales, con este documento puede radicarse en Bolivia.

En mayo de 1966, regresa a La Paz, Donde tiene contacto con Papi (José María Martínez Tamayo, cubano), y el mes de agosto participa en el apoyo logístico a los guerrilleros que iban llegando desde Cuba.

A finales de diciembre de 1966, viaja al campamento guerrillero del comandante Ernesto Che Guevara, en Ñancahuazú, luego regresa a La Paz.

En 1967, comienza otro tipo de actividad revolucionaria en la vida de Tania. A finales de enero, por encargo del Che viaja a Buenos Aires para contactar con Ciro Roberto Bustos y Eduardo Jozami. Al regresar a Bolivia, en marzo, conduce a Ciro Roberto Bustos y Regis Debray, entre otros, al campamento guerrillero, al no haber otra alternativa ella misma es quien traslada a los guerrilleros recién llegados de Argentina en su jeep. Posteriormente, en ese jeep el Ejército boliviano encontró pertenencias y documentos que develaban su vinculación con el posteriormente llamado Ejército de Liberación Nacional de Bolivia lo que impide su regreso a La Paz y se incorpora definitivamente a la guerrilla.

En abril de 1967, se produce la necesaria separación del grupo guerrillero, Tania queda en la retaguardia que estaba a cargo de Joaquín (seudónimo del cubano Juan Vitalio Acuña Nuñez). Tania demuestra una conducta ejemplar, jugando un papel fundamental de estímulo a sus compañeros de lucha.

Hasta que un día 31 de agosto, el traidor Honorato Rojas, un campesino boliviano, los entrega al Ejército boliviano que prepara una emboscada, donde cae la columna completa que dirigía Joaquín, cayendo en una emboscada en el cruce del Río Grande. El cadáver de Tania, de veintinueve años de vida revolucionaria, y los demás guerrilleros fue arrastrado por la corriente y hallado días después.

Al igual que los cuerpos de otros guerrilleros, el suyo, estuvo desaparecido y no fue encontrado hasta el 22 de septiembre del año 1998, luego de un periodo de intensa búsqueda en que fueron hallados.

El 13 de diciembre llegan a La Habana, los restos de Tania, junto a los de otros nueve combatientes de la guerrilla del Che.

Tania, la militante y su misión internacionalista

Este documento encuentra sustento teórico en el libro: Tania la Guerrillera (Segunda edición, año 2002, corregida y aumentada, actualiza la primera edición publicada en La Habana el año 1970 por el Instituto del Libro y en Alemania, en 1998 por Dietz Verlag, así como la segunda edición italiana del 2000, de Zambon-LibroPress.)

Para lograr los objetivos planteados por este instrumento es necesario conocer las etapas de la formación de su personalidad y del desarrollo de su conciencia social y política hasta llegar a su más alto empeño revolucionario, el que la transformó en Tania la Guerrillera.

Si bien, este documento tiene una introducción biográfica, será necesaria para su mejor aprovechamiento la lectura del libro “Tania la guerrillera inolvidable”, que puede ser más accesible, por ser una edición más antigua. No obstante se entregan la mayor cantidad de antecedentes para realizar la actividad productivamente.

Del prólogo de la primera edición del libro “Tania la guerrillera inolvidable”, escrito por Guido Álvaro, Inti, Peredo, durante la clandestinidad y que nunca pudo leer:
“Tania es un ejemplo para las mujeres del mundo y resalta la importancia que ellas tienen en la lucha revolucionaria. En nuestro continente, donde aun quedan muchas reminiscencias feudales con las mujeres, ella supo romper esas limitaciones y ocupar el lugar que ahora nos hace recordarla con cariño.
Por eso, al escribir este prólogo para el libro sobre Tania que no he leído, tal vez el mejor homenaje sería decir simplemente:
¡Murió heroicamente por la libertad de América Latina, pero vivió siempre como un ejemplo de lo que es capaz de hacer una mujer valiente y revolucionaria de verdad!
Victoria o Muerte
Inti”.


Para una mejor realización del instrumento entregamos antecedentes históricos de la vida de Tania y su relación con valiosas compañeras y compañeros, todos extraídos del libro “Tania la guerrillera”.

Olivia, cubana, profesora de Historia, compañera de Tamara en el Ministerio de Educación (Mined):
“Recuerdo que había una cosa que ella siempre decía e insistía, quizás no sea así textualmente, pero la idea, en esencia, era la siguiente: ‘Quien no es capaz de hacer cosas pequeñas, no será capaz de realizar nunca cosas grandes’ “.


Además de política y revolucionaria, Tamara era eminentemente mujer. Su belleza natural, su toque delicado, la profundidad de sus ojos sobresalían con el uniforme de milicias, que casi siempre vestía sin maquillaje y sin retoques artificiales. Un día expresó (Tamara):
“La mujer es así, no necesita del vestido elegante, costoso, o del trabajo cuidadoso que no dañe sus manos, ha de llevar dentro de ella misma amor, ternura, pero ha de ser ante todo revolucionaria y ésta será la premisa que busque en el hombre que seleccione como esposo”.


Durante el periodo que Tamara vivió en Cuba, los argentinos residentes se reunieron para celebrar el aniversario de la Independencia de Argentina, esto sería el 25 de mayo de 1962, la fiesta sería muy especial, en La Habana había alrededor de 380 argentinos, el Che también asistiría.
Cuenta Carolina Aguilar, argentina, miembro de la Dirección Nacional de la FMC el siguiente episodio:
“…El Che fue a la fiesta. Él la presidió e hizo el resumen; un discurso maravilloso, en el que habló de la lucha armada, en la América Latina he hizo un análisis histórico de Argentina.
A los dos o tres días después de la fiesta, los argentinos nos reunimos en el ICAP, porque había algunos residentes que no tenían la misma opinión que el Che. A esa reunión asistió Tamara y cuando los oyó hablar de esa manera, se paró y dijo tajantemente: “Bueno, me voy, yo aquí no pierdo el tiempo…”. Y se fue. Junto con ella nos fuimos unos cuantos. Al año siguiente dimos de nuevo la fiesta. Ella volvió a bailar e incluso nos consiguió que el Ballet Nacional actuara. También asistió el Che.
A partir de aquella discusión de la que ella se retiró tan molesta, no volvió a participar en más reuniones de residentes argentinos…”


Su madre, Nadia Bunke, la describe:
“Tamara, como todas las muchachas, estaba enamorada de la vida y, además, era alegre, abierta, llena de optimismo, de energía, incansable, muy amable y tenía sus aspiraciones, sus sueños de amor. Ella quería casarse, quería tener hijos, pero ponía por encima de todo el deber revolucionario que sentía en sí, y sentía en sí, el deber de participar en la lucha revolucionaria en América Latina.
Su ideal revolucionario, su lucha, su encanto, su alegría, como aquellas décimas: “… un corazón y un fusil”.


Tarea de Tania:
Cumplir una misión internacionalista a favor del movimiento revolucionario latinoamericano.

El objetivo fundamental de la tarea:
Que Tania se incorporara en la coordinación y apoyo del movimiento guerrillero que se iniciaría posteriormente en Bolivia.

Che, después de concluir con su misión de ayuda militar al Consejo Supremo de la Revolución Congolesa, conduciría la lucha armada en Bolivia. El Che se encontraba clandestino en Praga (Ex Checoslovaquia).


Juan Carretero (Ariel) sus tareas, abril 1966:
1.- Realizar un contacto personal con Tania que se encontraba hace más de dos años en Bolivia.
2.- Entregar a Tania el pasaporte argentino con sus huellas digitales para que pudiera realizar los trámites migratorios que legalizaran su residencia en Bolivia,
3.- Entregar a Tania su carné de militante del Partido Comunista Cubano, firmado personalmente por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
4.- Evaluar con Tania el trabajo clandestino realizado hasta ese momento y las dificultades que había encontrado, fortalecer la confianza de ella en sí misma, reafirmar la importancia de la misión que se le había asignado y expresar la seguridad que Che tenía de sus dotes conspirativas.


Harry Villegas, Pombo, ex comandante de la guerrilla del Che en Bolivia cuenta:
“El día 10 de julio de 1966, se recibieron las instrucciones de Ramón (Che) para Papi. En ellas, como punto principal, es que nos decía que le hiciésemos llegar a Papi las instrucciones para el asunto Tania. Las instrucciones eran las siguientes:
Tratar por todos los medios de tener el mínimo de contactos con Tania para evitar se quemase y se perdiese el trabajo que ella había venido realizando durante algunos años; que ésta no debía tomar participación en la fase organizativa ni en los contactos con el Partido ni el grupo de Zamora (grupo de disidentes del Partido Comunista de Bolivia, dirigido por Oscar Zamora).
Los contactos se establecerían llamándola por teléfono al taller de cerámica donde estaba trabajando en un proceso de aprendizaje, había que llamar y decir que era de parte de un hermano de su esposo que había venido de Santa Cruz.
Los lugares de contacto, por lo general, eran: la biblioteca que se encuentra frente a la Plaza del Estudiante o un restaurante que se llama confitería Malí”.
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Harry Villegas, Pombo, relata:
“El no contar con suficientes compañeros nos obligó a darle una utilización directa a Tania en el recibimiento de los combatientes, cosa que no estaba prevista; no fue la que más asistió al aeropuerto en busca de los compañeros, sino que, fundamentalmente, se dedicaba a comprar la comida y a solucionar cualquier tipo de necesidad que la gente tuviera de ropa o para cocinarles. En definitiva, los atendía directamente. Según iban llegando, visitaba las casas e iba manteniendo el contacto directo con ellos y a varios hubo de sacarlos por La Paz, de paseo, para mostrarles la ciudad; nosotros en esta parte no estuvimos presentes, puesto que ya nos encontrábamos en el monte, habíamos salido en el primer grupo con el Che. No obstante esto, las impresiones que nos llegaron sobre Tania fueron halagadoras, los compañeros estaban muy agradecidos y se habían relacionado humanamente con ella en una forma absoluta.”


Harry Villegas (Pombo):
“La idea general de su utilización por el Che no era de que participara directamente en el abastecimientote la guerrilla ni de forma directa en la ejecución de acciones, sino que, por las posibilidades de conexiones en las altas esferas gubernamentales y dentro de los medios donde se podía obtener algún tipo de información estratégica y de importancia táctica, había que dedicarla abiertamente a este tipo de tarea y mantenerla como una reserva, desde el punto de vista operativo, por si en un momento determinado fuera necesario utilizar una persona que no fuese sospechosa, pudiéramos con alguien bien ubicado, con alguien confiable para poder ocultar algún compañero e incluso realizar la recepción de algún mensajero que viniese con algo en extremo importante.”


Harry Villegas, Pombo
“A su llegada a la guerrilla, Tania se veía muy jubilosa, a pesar de caminar unos ocho o nueve kilómetros había llegado en condiciones físicas aceptables.
Nos estrechó a todos, nos abrazó, brincos de júbilo, alegría espontánea. Se encontraba en un ambiente de compañeros a los cuales ya casi todos conocía y con los mismos había compartido los momentos de la llegada al país brindándoles todo su afecto y cariño.
En su estancia, el Che le dedicó una gran parte de su tiempo a conversar con ella; posteriormente con Monje (Se refiere a Mario Monje. Fundador del Partido Comunista de Bolivia y Primer Secretario de éste hasta diciembre de 1967. Su actuación vacilante en relación con la guerrilla constituyó una traición, por los compromisos previos de colaboración, que no cumplió. De hecho, su actuación contribuyó a crear las condiciones de aislamiento que facilitaron el desenlace de la guerrilla boliviana. Posteriormente emigró a la antigua URSS y se estableció en Moscú); y el resto de la noche, en la celebración de las fiestas de fin de año y el triunfo de la Revolución, hubo de dedicar gran parte del tiempo a conversar con ella, a compartir con ella.”
En esta conversación Che le señala a Tania que debe viajar a Argentina, lo haría como boliviana, su nombre, Laura Gutiérrez Bauer. Tania debe traer a más combatientes entre ellos a Ciro Bustos (pintor argentino, preso junto a Régis Debray por el Ejército boliviano, dibujó los retratos de los guerrilleros, facilitando luego la identificación de ellos). En Argentina deberá rehuir lugares, conocidos, caras que pudieran recordarla, reprimir sus ansias o sentimientos familiares, recuerden que Argentina era su país natal, que abandonara hace 15 años atrás, donde dejara familiares y amigos con los cuales ha añorado encontrarse nuevamente.


Harry Villegas, Pombo
A pesar de las instrucciones anteriores, Tania llega por tercera vez a la guerrilla, ya que había que trasladar desde La Paz a Debray, Bustos y a otro revolucionario al campamento guerrillero, no había nadie que lo pudiera hacer y ella se ofreció, de lo contrario, los compañeros hubieran tenido que esperar más tiempo.
“A nuestro regreso del recorrido de exploración de los cuarenta o cincuenta días por la zona del río Masicuru (…) al regreso, el 20 de marzo aproximadamente, al encontrarnos con Tania, Debray, Bustos, a pesar de que era una gran alegría para el Che, personalmente, una expresión de mortificación, puesto que las instrucciones que él le había dado a Tania no eran que regresara a la guerrilla, sino que tratara, por todos los medios, de no mantenerse en contacto con este tipo de actividad, para no quemarse, para no correr el riesgo de la posibilidad de ser detectada; hubo toda una serie de razones que justificaron la presencia de ella allí y el incumplimiento de ella de esta disposición, pues al llegar Debray y Bustos, conjuntamente con el Chino (seudónimo del peruano Juan Pablo Chang Navarro), a La Paz, no había nadie que estuviera en disposición de trasladarlos hacia la zona guerrillera(…), y ella se ofreció. De lo contrario, los compañeros hubieran tenido que esperar más tiempo; claro esto ocurre, porque ella desconocía que el Che no se encontraba en el campamento, sino de recorrido.
De todas formas, el elemento más importante a destacar en esta actitud de ella fue su decisión de hacer, su decisión de que se cumpliese lo que estaba planificado, aunque eso no fuese lo que estaba dispuesto para ella, pero que en un momento determinado estableció prioridades entre su seguridad, entre su misión a cumplir y la necesidad que tenía la guerrilla de que llegasen estos compañeros hasta el seno de la zona en la cual estaba la base operativa.
En esa oportunidad, el Che, al verla la abrazó, fue con la segunda persona con quien conversó y, posiblemente, con la que más tiempo estuvo conversando. Le dio de nuevo instrucciones, precisando su trabajo y en algunos momentos reprimiéndole el que estuviese allí en una coyuntura que podía ser difícil. Todo el trabajo que se comenzó a planificar era encaminado a garantizar la salida de Bustos y Debray, y de ella fundamentalmente; se veía la posibilidad de que el Chino se quedara.”


Antonio Arguedas Mendieta (Político boliviano, Ministro del Interior de Bolivia durante el gobierno del general René Barrientos Ortuño. Fue reclutado por la CIA en 1964. Después de los acontecimientos que tuvieron lugar en Bolivia entre 1966 y 1967 y del asesinato del Che, conservó las manos y la mascarilla del líder guerrillero, además de una fotocopia del Diario del Che en Bolivia. En un acto de honestidad, y valentía motivado por la situación política que existía en Bolivia, por un lado, y los manejos turbios en relación con la pretendida venta del Diario y la injerencia norteamericana cada vez mayor en los asuntos internos bolivianos, por otro, hizo llegar a las autoridades revolucionarias cubanas las manos, la mascarilla y el Diario del Che. El ocho de mayo de1969 sufrió un atentado. En julio del mismo año se exilió en México. Murió en La Paz, en circunstancias no esclarecidas, en el año 2000.), declara:
“Tania fue una muchacha inteligente, que trabajó durante mucho tiempo entre lo más selecto de la “alta sociedad” y de la política boliviana, sin que nadie sospechara de su tarea revolucionaria.
En sus papeles nunca se le encontró nada que indicara la relación activa que tenía con los guerrilleros, con el nombre de Laura Gutiérrez Bauer. Había estado casada con un ingeniero de Sucre, y del cual ya estaba divorciada. Pero merced a ese matrimonio conservaba, de acuerdo con las leyes de Bolivia, la nacionalidad boliviana.
Tania era una mujer cuyos recursos radicaban en su inteligencia, su voluntad revolucionaria y el control poderoso de su persona en la difícil misión que tenía asignada.
Los primeros informes sobre Tania se logran cuando agentes de los Servicios de Inteligencia examinan las maletas halladas en un jeep que estaba en un garaje en Camiri. En unas maletas se encuentra ropas de civil de mujer y de hombre, y una libreta con apuntes de direcciones y teléfonos que correspondían a Laura Gutiérrez Bauer. Pero no se sabía que esa persona fuese Tania. Con base a esas direcciones, donde había solo personas insospechables de La Paz, se allanó la casa de Yolanda de Ploskonska. Esta señora dijo quien era Laura, que trabajaba en la Oficina de Informaciones del Palacio. Eso no era exacto, pues era secretaria o colaboradora del director de Informaciones de Palacio Presidencial, Gonzalo López Muñoz, agente autorizado para la revista IPE.
Se procedió a situar el domicilio. Vivía pobremente. El Jefe de la Inteligencia me dijo que se requisaron en la casa fotografías personales de Laura y otras en que ella aparece con personas de la vida social y política de Bolivia.
Entonces me entregaron una foto en la que aparece, incluso, entre el presidente Barrientos y el jefe de las Fuerzas Armadas, hoy presidente, General Ovando, durante una concentración campesina. Había también cartas personales, una del que fue su esposo, pero nada que se relacionara don los guerrilleros. Se ha requisado, además, una enorme cantidad de cintas magnetofónicas con grabaciones. Me han informado después, que la gente de la CIA que estaba encargada de revisar las pertenencias de ella han pasado un día y medio repasando y escuchando todas las grabaciones requisadas, en busca de un indicio sospechoso, pero todas las grabaciones contenían canciones y música folklórica, sobre todo del Altiplano… Es una colección representativa. Se puede suponer que ella quería luego escribir un libro sobre eso.
Aquel registro no nos dio ninguna pista, por entonces. La imagen guerrillera de Tania comienza a dibujarse cuando desertan los guerrilleros bolivianos Vicente Rocabado y Pastor Barrera, quienes dijeron que solo hablarían conmigo (a mediados de marzo de 1967).
Ambos desertores me contaron cómo habían sido reclutados y llevados a Camiri, donde el boliviano Moisés Guevara les dijo que ya estaban bajo vigilancia militar. Contaron que después llegó Tania a Camiri ­­­­– que ya era allí otra mujer, es decir, la guerrillera ­­­­– y les dijeron que estaban a las órdenes de ella (…).
Tania era cuidada como mujer. Los desertores contaron que Antonio advirtió que tendría pena de muerte quien se acercara a la hamaca de la guerrillera. Inexplicablemente, porque su misión era otra, Tania se queda en el campamento para tener noticias de la columna del Che que había salido de ejercicio. Tal vez se quedó para recibir instrucciones y llevarse consigo a Debray, que debía salir de la guerrilla.
Tania pide hacer guardia, pero Antonio se niega a darle esa tarea, y al fin accede por la insistencia de ella, a los dos o tres días de haber llegado al campamento.”


Harry Villegas, Pombo, señala:
“La primera tarea que realizó fue la de coserle la ropa a los compañeros y atender toda una serie de cosas que una mujer realiza siempre mucho mejor que un hombre, además de algún otro tipo de actividad de esa índole. La segunda tarea fue hacerse responsable de todo lo que era la recopilación de información, conjuntamente con Papi; ella mantenía una cronología de todas las noticias que salían al aire en Bolivia y algunos noticiosos del extranjero, Radio Habana, Radio Balmaceda y algunas emisoras de Argentina. (…) Tania estaba encargada de la captación y selección de estas noticias, o sea, que comenzó el desarrollo de lo que llamamos el ‘análisis de la información’.

Se integró en el Pelotón del Centro, o sea, en el Estado Mayor, conjuntamente con nosotros y fue asignada a marchar delante de mí. Nuestra responsabilidad era ayudar y custodiar al Che y a ella.

Desde este punto de vista, nosotros podemos considerar que fue una gente estoica, porque no estaba habituada a nuestras caminatas prolongadas y, sin embargo, las resistió. En toda una serie de oportunidades se negó a que se le diese un cuidado especial por el hecho de ser mujer, por el contrario, quería sentirse en las mismas condiciones que el resto de los compañeros que componían la guerrilla.
Creemos que uno de los momentos que para ella debe haber tenido mayor significado fue cuando el Che la consideró como un combatiente más y le entregó un fúsil M-1.”


Harry Villegas, abril 1967:
“Posteriormente a esto, Tania se enfermó, aunque ella no quería de ninguna forma decirle al Che que se encontraba enferma, pero, cuando nos dirigíamos a Muyupampa, estaba con un estado febril bastante alto y nos vimos obligados a dejarla con el grupo de Joaquín.
A partir de ese momento, nosotros sabemos que en las actividades del grupo de Joaquín ella tuvo una actitud estoica, tuvo una actividad de fortalecimiento moral en ese grupo, un grupo con una situación muy difícil, pues en él se encontraban los reclutas que habían sido considerados como resaca. Esos reclutas eran desertores en potencia, que se negaban a continuar en la guerrilla y prácticamente habían traicionado los ideales de la Revolución; sin embargo, la presencia de ella dentro de ese grupo servía como un acicate para demostrar que estaba por sobre las condiciones de aquellos rastrojos de hombres que habían claudicado. A pesar de todo, ella se mantenía firme, o sea, podemos considerarla como uno de los elementos de sostenimiento de la moral combativa en un grupo que pasó mucha más necesidad y mucho más trabajo que el nuestro. “


Fragmentos de un artículo publicado por Granma, el 29 de agosto de 1969.

Organización de la guerrilla.

Abril 1967
La vanguardia y el centro, encabezados por el comandante Ernesto Guevara, la retaguardia, con 13 guerrilleros, entre ellos cinco combatientes del centro – cuatro enfermos y un médico – a más de cuatro expulsados, todos ellos al mando del comandante Joaquín, Tania pertenece a la columna de Joaquín.
Acontecimientos posteriores impidieron que se estableciera el contacto entre ambos grupos. De esta forma, la retaguardia vivió una existencia independiente durante más de cuatro meses, hasta que la delación de un traidor la arrojó bajo el fuego enemigo en la emboscada de vado del Yeso.

Agosto 1967
Es posible que este grado de agotamiento y privaciones extremos hayan agudizado, en esta marcha hacia el río Grande, los síntomas de relajamiento en las precauciones de seguridad, que ya se habían manifestado anteriormente. Pero hay, por encima de todo, que hacer un esfuerzo para alcanzar a concebir el increíble cúmulo se dificultades que debieron enfrentar y vencer estos hombres. Cualquier juicio o análisis que se pretenda hacer en el orden táctico, tiene que partir de esta medida sobrehumana.

Por fin, en los últimos días de agosto, la retaguardia sale al río Grande. Orillándolo, al cabo de una jornada, llegan cerca de la casa de un campesino. Se llama Honorato Rojas y se dice que es amigo.
Ahora es preciso hacer un paréntesis y remitirse al primer recorrido del Comandante Ernesto Guevara, en los meses de febrero y marzo, en que pasara por ese mismo lugar. “El campesino – apunta entonces el Che – está dentro del tipo; incapaz de ayudarnos, pero incapaz se prever los peligros que acarrea y por ello potencialmente peligroso”.
Y al final señala: “El campesino se llama Rojas”. ¡No hay dudas que el Che logra calar al individuo de una sola ojeada!
En esta ocasión, a la llegada de la retaguardia, mandada por Joaquín a las inmediaciones del lugar, son enviados dos hombres para que se dirijan a la casa del campesino. Éstos no pueden llegar porque se producen unos disparos en los alrededores.
Aún así, es enviada una segunda comisión. Esta logra entrevistarse y recibe de Rojas el ofrecimiento de colaborar en todo lo que pueda. A la noche, Joaquín y otros combatientes visitan la casa, dejan dinero para la compra de víveres y obtienen nuevas propuestas del campesino.
Ya en estos momentos el delator Honorato Rojas ha puesto en manos del Ejército la información sobre la presencia, en los alrededores de su casa, del grupo de combatientes revolucionarios.
Así, en la oscuridad de esa misma noche, una compañía del Regimiento Manchego 12 de infantería se pone en camino rumbo al Masicuri Bajo. Al amanecer, su jefe, Mario Vargas, llega a un acuerdo con Honorato Rojas. Éste se compromete a conducir al grupo guerrillero hasta el vado del Yeso, donde el río Grande se encajona turbulento y peligroso. Del otro lado esperarían agazapados los matadores.
El miserable delator, Honorato Rojas, que arrojara los nueve guerrilleros a una carnicería segura, fue ejemplarmente ajusticiado por combatientes del ELN de Bolivia.
Guiados por Rojas caminaron hasta las márgenes del río siguiendo luego hacia arriba. Se despidió dando la mano a los que estaban cerca de él y también a Joaquín. Luego se alejó a paso rápido. En la otra margen del vado estaba tendida la emboscada del Ejército.
El grupo se dispuso a efectuar el cruce sin tomar ninguna medida de precaución en cuanto al orden de la marcha ni a la exploración de los puntos que dominaban el vado. Braulio (seudónimo del cubano Israel Reyes Zayas) que marchaba a la cabeza, machete en mano, entró primero al agua. Al mismo tiempo se corrió la voz de que había que pasar en fila india y lo más rápido posible.
Braulio llegó a alcanzar la otra orilla. Hacía señas de avanzar con el machete en alto, cuando se desató el fuego. En ese momento todos los combatientes habían entrado al agua. Los que no cayeron a las primeras descargas se dejaron llevar por la corriente o se zambulleron. Joaquín logró regresar a la orilla, pero ahí pereció acribillado. Braulio alcanzó a fulminar con su Browning a un soldado enemigo que se puso de pie en un flanco. Fue la única baja del Ejército. A lo largo de 600 metros los soldados corrieron por la orilla del río gritando mientras disparaban contra cualquier bulto que se movía en la corriente.
El cadáver de Tania siguió río abajo y solo pudo ser recuperado días después.
El único sobreviviente de este grupo fue Paco, uno de los de la “resaca”, quien se encuentra actualmente preso por el régimen boliviano.
Vado del Yeso fue un duro revés para la guerrilla boliviana. La causa de la revolución en ese país perdió allí luchadores esforzados y capaces, como Alejandro, como Braulio, hombres de invariable decisión de combate, como Moisés Guevara, dirigente minero boliviano; figuras como Tania, combatiente internacionalista cuyos ideales de liberación no conocían fronteras; guerrilleros como Ernesto, Walter, Polo y el Negro, fieles hasta la muerte a su convicción revolucionaria.


En relación con la muerte de Tania, el ex Ministro Antonio Arguedas Mendieta concluye su relato:
“Cuando Tania sale de la maleza para tocar el agua, los soldados, agazapados, ven por primera vez la imagen física de la mujer, cuya voz imperativa ya conocían. Ella, una mujer rubia, emergiendo de la selva, delgada entonces por las privaciones de la lucha, se les aparece como una mujer bellísima. Llevaba pantalones moteados para camuflajes; botas de soldado; una blusa a rayas verdes y blancas, muy desteñida; mochila y la metralleta colgada. Se oyeron los primeros disparos de los emboscados. Tania levantó los brazos; en un movimiento para sacarse la metralleta por el cuello y disparar; no se sabe si llegó a disparar. Pero uno de los soldados, Vargas, le disparó un tiro que le atravesó el pulmón. Se nota que Tania cae al agua y con ella el médico Negro.
A Tania no la encontraron entonces. El médico Negro (José Restituto Cabrera Flores, médico peruano), al ver herida a Tania, quiere salvarla, y se deja arrastrar por la corriente. El médico sale a la orilla arrastrando el cuerpo de la guerrillera. Verifica que está muerta, abandona el cadáver y vaga por los senderos hasta que lo encuentran por el rastreo de los perros. El médico es asesinado por el sanitario de la patrulla que lo capturó. Los militares prosiguen la búsqueda de Tania y encuentran su cuerpo a los siete días, en la orilla. Se encontró también la mochila.”


Su compañero de lucha, el primer capitán Harry Villegas, traslada el sentimiento de dolor que embargó a aquellos hombres rebeldes que, el 31 de agosto de 1967, continuaban escribiendo al precio de su propia sangre, páginas heroicas de la historia boliviana.
Harry Villegas:
“Para nosotros era inconcebible que la guerrilla de Joaquín hubiese sido aniquilada en forma total en una emboscada; considerábamos que esto era prácticamente imposible con personas que tenían la experiencia de la lucha guerrillera. Podrían haber caído en una emboscada y haberse perdido una o dos vidas. Pero, desde el momento que Radio La Cruz del Sur anuncia el hallazgo del cadáver de Tania – ­y después de haber pasado el primer impacto de dolor, de un profundo dolor para nosotros, que ya habíamos aprendido a quererla y la veíamos como parte de la guerrilla que desarrolla sentimientos humanos, cariño, confraternidad y compañerismo –, comprendimos la gravedad del hecho y tuvimos la certeza de que, en realidad, había ocurrido una catástrofe: era muy probable que el grupo de Joaquín hubiese sido aniquilado.
La noticia de la muerte de Tania, en aquellos momentos, nos fue convulsionando cada vez más, era una noticia sobre una persona que habíamos querido tanto y que para nosotros era la representación de los otros pueblos, no solo de los pueblos del continente Latinoamericano, sino de los revolucionarios de Europa que estaban dispuestos también a hacer su pequeño aporte a la lucha por la independencia de los pueblos subdesarrollados, el aporte real, consecuente, del revolucionario dispuesto a correr la misma suerte que corren los revolucionarios en cualquier parte del mundo.


Del epílogo
Luego de la emboscada en el río Grande, el cadáver de Tania fue el último en ser encontrado el siete de septiembre de 1967. Los soldados estaban expectantes, confesaron que los hacía temblar con su voz segura cuando ella los llamaba a rendirse: “No peleen, ustedes son nuestros hermanos, su lucha es inútil”. Dicen que su vos les rebajaba la moral.
Desde el momento en que fueron encontrados, los restos de Tania sufrieron un avatar.
El Che Guevara, que buscaba afanosamente al grupo de Joaquín, escuchó las noticias del entierro a través de Radio Cruz del Sur.
Ante el constante peregrinar por la tumba de la guerrillera, los mandos militares decidieron hacer desaparecer el cadáver, al igual que el del resto de los guerrilleros internacionalistas caídos junto al Che.
Luego de muchos años de intensa lucha, el 22 de septiembre de 1998, el cadáver de Tania fue encontrado en las inmediaciones del Rotary Club, cerca de la pista de aterrizaje de Valle Grande, se cumplía así el compromiso de Fidel con Nadia Bunke, encontrar los restos mortales de su querida hija.
En 1997 habían sido recuperados los restos del Che y seis de sus compañeros de lucha. Todos están sepultados en el Mausoleo de Santa Clara que se preparó con 38 nichos, igual número de guerrilleros caídos en Bolivia.
Después de hallados los restos de Tania se debía decidir donde estos reposarían definitivamente. Solo su madre, tenía potestad para determinarlo. Su voluntad fue que reposaran en Cuba, no dudó en decidir que los restos de Tania fueran presentados bajo la bandera cubana, que era la otra patria por la que ella había combatido y entregado la vida como militante del Partido Comunista de Cuba.


Para reflexionar:

Tamara Bunke hizo lo que aquel momento histórico exigía, ya sea como Laura Gutiérrez Bauer, o Tania la Guerrillera.
Como militantes de un partido revolucionario, nuestra pregunta es cuáles son las exigencias que el momento histórico nos exige, no solo la coyuntura de este, sino el acontecer histórico, social y económico.
Este instrumento toma como objetivo superior uno de los propósitos del libro, “que las nuevas generaciones reforcemos la voluntad de cambiar el mundo y entregar alas de esperanza a nuestra visión de futuro.”
Solo la lucha por el socialismo en nuestro país podrá igualar el sacrifico que Tania y de miles de combatientes de muchos países realizaron por la libertad y la justicia.
¡¡Para que esto no haya sido en vano!!

¡¡La lucha continúa, adelante con todas las fuerzas de la historia!!